Enrique VIII, rey de Inglaterra, pidió al Papa Clemente VIII, la anulación del matrimonio con su legítima esposa, Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena. El Papa rehusó por lo que el rey, continuó en su propósito de divorcio, realizó la separación de la iglesia en Inglaterra. Se declaró a si mismo como único y supremo jefe de la iglesia inglesa.
Antes de su asenso al poder, hablar de la iglesia anglicana era como hablar de la iglesia francesa o española. Es decir, se refería a la Iglesia Católica situada en aquel país, en comunión con el Papa.
Se auto-proclama "Cabeña Suprema de la Iglesia de Inglaterra" tras promulgar la ley "The Act of Supremacy". Dicha ley le permitió exigir a sus súbditos un juramento afirmando que el Papa no tenía jurisdicción en Inglaterra. El ministerio de predicar y de administrar los sacramentos se le dejaba al clero, pero los poderes de jurisdicción eclesiástica quedaban en manos del rey.
El Concilio de Trento tuvo especial importancia en el paso del Medioevo a la Edad Moderna. Fue un concilio ecuménico, esto es, una reunión de los principales cargos de la Iglesia para tratar temas eclesiásticos convocado por el Papa y que repercutía a toda la cristiandad. Concretamente lo convocó el Papa Paulo III, no sólo para responder a la Reforma protestante sino también para fijar el dogma católico tras la degradación y crisis a que había llegado la Iglesia católica en el siglo XVI.
Jesuitas
La Compañía de Jesús (Societas Jesu, S.J.) es una orden religiosa de la Iglesia Católica Romana fundada por San Ignacio de Loyola. Con cerca de 20,000 miembros es la mayor orden de esa Iglesia hoy en día. Su estricta formación de más de 12 años (estudian filosofía y teología, aparte de realizar "prácticas" en muy diversos ámbitos y estudiar otras disciplinas y varios idiomas) ha hecho de ellos, durante más de cuatro siglos, los líderes intelectuales del catolicismo. Los jesuitas profesan los tres votos normales de la vida religiosa (obediencia, pobreza y castidad) además de un voto extra de obediencia al Papa, reservado para los jesuitas en misiones. La Compañía de Jesús ha sido una organización religiosa que ha vivido entre la alabanza y la crítica, pero siempre en la polémica. El mal entendimiento que se ha hecho del cuarto voto es una de las causas. Este voto no hace que tengan obediencia ciega al Papa sino que hace que estén dispuestos a ir adonde el Romano Pontífice considere necesario para el bien de la Iglesia Universal. Es decir, es un voto "circa misiones", para la misión.
San Francisco Javier
El Papa Pío X nombró a San Francisco Javier como Patrono de todos los misioneros porque fue sin duda uno de los misioneros más grandes que han existido, siendo llamado con justa razón el "gigante de la historia de las misiones".
San Francisco empezó a ser misionero a los 35 años y murió de sólo 46. En once años recorrió la India (país inmenso), el Japón y varios países más. Su deseo de ir a Japón era tan grande que exclamaba: "si no consigo barco, iré nadando". Fue un verdadero héroe misional.
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